La zinnia peruviana es nativa de las Indias Occidentales y América Latina, incluyendo el norte de México y las Antillas Mayores, y hasta el sur como el Paraguay. También se cultiva extensamente como ornamental y se naturaliza en muchos lugares, entre el cual China, la India, Australia, África, y los Estados Unidos, incluyendo Hawai.

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Características de la zinnia peruviana.
Muchos científicos concuerdan que el aspecto general de esta especie es muy controversial, dado que semeja a un cactus; se cree que fue adaptándose a ello paulatinamente para soportar mejor las bajas temperaturas y conseguir un mayor aprovechamiento de los escasos recursos hídricos.
Tiene delgadas raíces leñosas de unos tres centímetros de longitud. Sus hojas espatuladas, sésiles, profusamente pubescentes (cubiertas por pilosidades grisáceas o plateadas de cinco milímetros de largo y a veces más) y con el vértice obtuso, brotan del tallo subterráneo dispuestas en forma de roseta, en medio de ellas aparecen las minúsculas y aromáticas flores, de color amarillo, reunidas en una inflorescencia de tipo capítulo de alrededor de seis centímetros de diámetro.
Las flores son tubulares, con el borde de los pétalos irregular o tridentado; las radiales externas son mayoritariamente femeninas y presentan los estambres inconspicuos; las demás poseen ambos sexos, en ellas las anteras son sagitadas y los granos de polen ecuatorialmente elípticos. Pero esto no es indicativo de que sean autógamas.
El disco central de dos centímetros, que contiene unas cincuenta flores aproximadamente, está rodeado por largas y llamativas lígulas con el vértice bífido. Las brácteas del involucro son imbricadas, al principio foliáceas para reducirse luego a enteramente membranosas. Los frutos son aquenios indehiscentes cubiertos por pelos a modo de enmarañada cabellera, aptos para la propagación anemófila.

Componentes de la zinnia peruviana.
La zinnia peruviana crece espontáneamente en el campo y en diferentes lugares del planeta. Está muy extendida en la zona mediterránea (Europa meridional y norte de Oriente próximo). Pertenece a la familia de las Asteraceae (Compuestas) que incluye alrededor de 20.000 especies, entre las que se encuentran desde árboles, arbustos y plantas herbáceas.
Es una planta herbácea, anual, con flores amarillas o anaranjadas intensas. Su floración dura casi todo el año, cerrándose de noche y abriéndose al amanecer. Tiene una altura media que oscila entre los 30-50 cm., su tallo es seminerecto, angular y ramificado y sus hojas son alternas, oblongas o lanceoladas y sésiles; capítulos de 3-5 cm. de anchura, amarillos o anaranjados, con una corona de 15-20 lígulas, y frutos encorvados, provistos casi todos de alas membranosas o púas dorsales. Se cultiva muy a menudo en los jardines de los que escapa con facilidad.
Cultivo de la zinnia peruviana.
La Zinnia peruviana es una bella planta de grandes flores ideal para crear parterres en el jardín. También puede disfrutarse como pequeña planta de flor en maceta.
El sustrato indicado en este caso es un “sustrato universal” o “sustrato para plantas de exterior”, aunque también se puede llegar a utilizar, dada su rusticidad un “sustrato para plantas de interior”, con un pH de entre 5,8 y 6,5. La Ec (conductibilidad eléctrica del sustrato) deseada debe de situarse entre 1,5 y 2.
Las temperaturas ideales son entre 10 a 12ºC durante la noche y de 25 a 30ºC durante el día. Por debajo de ellas se ralentizará su desarrollo y por encima se acelerará, en ambos casos, su crecimiento no será el idóneo.
La exposición de las nuevas plantas recién plantadas de Zinnia será a pleno sol. En el caso de estar en el interior del hogar, ubicar la Zinnia peruviana cerca de la ventana con la mayor luz posible. De lo contrario, sus flores no tendrán tanta intensidad de color.

Cuidados de la zinnia peruviana.
Debes colocar las zinnias peruvianas en un lugar en el que reciban luz a pleno sol gran parte del día. Como decíamos anteriormente, su floración puedes empezar a notarla en julio y se alargará hasta septiembre.
El suelo cuida que sea rico en humus y, sobre todo, consigue que sea perfectamente drenante. Un exceso o una acumulación de agua pueden acabar con tus zinnias. Y ya que hablamos de riego, decir que las zinnias necesitan un riego regular (sobre todo en épocas de mucho calor o de poca lluvia). El riego es preferible que sea por la mañana y con mucho cuidado de no mojar el follaje, a riesgo de que aparezca moho en la planta.
La fertilización es muy útil. Utiliza un abono especial para plantas con flores en líquido o granulado. Poda las flores marchitas para estimular el desarrollo de nuevas flores y no dudes en cortar tus zinnias para crear preciosos ramos. Cuanto más cortes, más se estimula su floración.