Si quieres disfrutar de un agradable aroma en tu casa o jardín todos los días, tienes que saber como reproducir la lavanda con éxito.
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Todos en algún momento deseamos saber como reproducir la lavanda, porque esta es una planta muy especial.
Gracias a la belleza de sus flores, se pueden crear ambientes muy especiales en el jardín.
Además que su dulce aroma es una experiencia sensorial que no tiene comparación.
Esta es una planta de la familia de las lamiáceas, que cuenta con más de treinta especies conocidas.
Su nombre científico es lavandulae, que proviene del verbo latino lavare.
Este nombre no fue colocado al azar, sino muy bien empleado, ya que la lavanda ayuda a lavar las heridas físicas y emocionales de las personas.
Su agradable aroma la ha convertido en una joya por excelencia en la aromaterapia.
En Francia, el país de las fragancias, esta planta es empleada en la elaboración de perfumes y aguas de colonia.
Y entre las personas comunes, se utiliza para perfumar ambientes, y ahuyentar los insectos en armarios y cajones.
Y sus flores son utilizadas para realizar un aceite esencial que emplean en masajes para aliviar los dolores musculares, y la jaqueca.
Por esta razón, son muchas las personas las que desean aprender como reproducir la lavanda.
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como reproducir la lavanda
Una de las formas más usadas para reproducir la lavanda, es a través de esquejes.
Es un sencillo método con el que se pueden obtener una buena cantidad de plántulas enraizadas.
Lo que nos va permitir tener un buen cultivo de la lavanda.
La ventaja de este método, es que se puede realizar durante todo el año utilizando esquejes semileñosos en otoño y verano.
Y en la primavera los esquejes más tiernos.
Por esta razón, esta es la mejor forma para aprender como reproducir la lavanda con éxito.
Preparar los esquejes
Con la ayuda de un cuchillo bien afilado cortamos cinco centímetros aproximadamente de un nudo de hojas.
Es más recomendable utilizar un cuchillo en lugar de tijeras, porque esta manera se realiza un corte más limpio.
Y el corte con tijeras produce un aplastamiento en el tallo que no permite el enraizamiento del esqueje.
Luego con el mismo cuchillo retiramos el exceso de hojas de nuestro esquejes.
Porque no se requiere tener una gran cantidad de hojas, sino por el contrario un par de ellas.
Esto es para que el esqueje concentre sus energías en la formación de raíces, en lugar del mantenimiento del follaje.
Con el esqueje limpio de hojas, espolvoreamos tres centímetros de este, con una hormona de crecimiento.
Esto es con la finalidad de estimular el crecimiento de las raíces de la planta de lavanda.
Si en el lugar donde usted vive no se consiguen de estas hormonas importadas, también puede realizarlo de manera natura.
Para ello necesita una taza de lentejas que va dejar al sereno durante tres noches continuas.
Luego le va cambiar el agua, y la va colocar al sereno tres noches más.
Al séptimo día, con el agua que le quede va licuar las lentejas, y luego las vamos a pasar por el colador.
Este líquido que resulta, es un poderoso enraizador que puede utilizar en cualquier tipo de esqueje.
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Plantar los esquejes
En de vital importancia plantar los esquejes en macetas de barro.
Las macetas de barro poseen un poros que permiten la circulación de aire a través de ellos.
Estas las debemos rellenar con un sustrato nuevo y de calidad, para evitar que se enfermen los esquejes.
Regamos muy bien nuestro sustrato, y cubrimos las macetas con una bolas plástica.
Esto hace las veces de un invernadero, que le ayuda a mantener la humedad, y la temperatura adecuada.
Debemos colocar las macetas en un lugar cálido y al cabo de dos meses ya nuestros esquejes tendrán raíces fuertes.
Trasplantando los esquejes
Luego de haber transcurrido las ocho semanas los esquejes seguramente tendrán raíces claramente visibles al sacarlos del sustrato.
Luego de este tiempo, que puede variar de uno a dos meses, es el tiempo de trasplantarlos.
Para ello se puede realizar en macetas individuales, y luego de un período de aclimatamiento, después que nuestro esqueje haya alcanzado una altura de ocho a diez centímetros de altura.
Procedemos a plantarlos en tierra, en su lugar definitivo.
También se puede utilizar una bandeja de cultivo, la cual nos facilita el traslado durante el período de aclimatamiento y crecimiento.
De esta manera se hace más fácil sacar los esquejes a un lugar soleado durante el día.
Y luego en la tarde noche, cuando baje la temperatura, poder resguardarlos nuevamente.
Una vez que notemos el claro crecimiento de ocho a diez centímetros de altura, y la temperatura sea la adecuada.
Será el momento de plantarlos a su lugar definitivo, bien sea en el jardín, o en una maceta más grande.
¡Cuidado!
Lo que si se requiere, es que sea un lugar bien soleado, y sobre todo con muy buen drenaje.
Porque esta es una planta mediterránea que requiere del sol, pero no tolera bien el exceso de humedad.
Con este método de esquejes podemos reproducir nuestras plantas de una forma mucho más rápida y efectiva.
Además tiene la ventaja de que podemos elegir la planta que vamos a cultivar de una vez.
El cultivo con semillas también es factible, pero requiere de mucho más tiempo.
Y se ha dado el caso, que compramos semillas para sembrar tomates, y terminamos cultivando pimentones.
Con este método tienes la garantía de saber que lo que tu sembraste para enraízar, sera la planta que termines cultivando.
Además que funciona para cualquier tipo de planta.
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Dios te bendiga.
