Secuoya Gigante: origen, características, semillas, altura y más.

Se presume que la Secuoya Gigante es uno de los organismos de mayor tamaño existente en el mundo; de género monotípico, siendo su única especie la Sequoia Sempervirens. La majestuosidad que posee causa muchísima admiración, tanto por su tamaño como por su legado prehistórico. Aunque cabe destacar que no es el árbol más alto de todos, pero si un árbol con alma.

¿Qué es la Secuoya Gigante?

Este árbol inmenso no es en realidad una Secuoya. Forma parte de la familia de las Cupresáceas, una variedad de Ciprés a la que las personas terminaron llamando Secuoyas por su gran tamaño. Siendo el ser vivo vegetal más grande que se conozca.

Este Hércules de la naturaleza posee dimensiones gigantes, llegando a medir entre los 50 y 90 metros de altura, cuyos troncos suelen tener un diámetro de 5 a 8 metros.  En 2010 se localizó una secuoya de casi 106 metros de altura con un tronco de 10 metros de diámetro cuyas raíces oscilaban en 35 metros.

Se tiene documentación de una Secuoya Gigante que sobrepasaba los 95 metros de altura con un tronco cuyo diámetro era de 11 metros. Las ramas de este inmenso árbol observaron al planeta por más de 3800 años.

El «Pionner Cabin tree» es conocido como Árbol del túnel, por tener una abertura desde hacía más de 138 años a través de su tronco, tan grande como para que un auto lo pudiera atravesar;  localizado en el parque estatal Calaveras Big Trees, en California.

Lamentablemente una de las mayores tormentas registradas en el sudoeste de los Estados Unidos, acabó con la majestuosidad de esta Secuoya Gigante, derrumbándolo. Se pudo conocer que de no tener ese túnel en el tronco, lo cual le daba inestabilidad, el árbol aun estaría en pie.

Sucumbió cuando a California y Nevada las sacudió un sistema estacional de clima al que se le conoce como Pinneaple Express (Express de Piña). Al no parar de llover, las inundaciones ocasionaron avalanchas y deslizamientos de tierra, que terminaron con arrasar todo a su paso.

Uno de los árboles más antiguos actualmente se encuentra en La Granja De San Ildefonso. En este lugar hay bastantes Secuoyas Gigantes, pero las más nombradas están ubicadas frente a la Colegiata del Palacio, denominadas “El Rey y La Reina”. Siendo “El Rey”, la secuoya de mayor altura con casi 60 metros.

Encontrándose cuatro de ellas en el parterre de Andrómeda, dos frente a la caja de música y otra dentro del jardín privado de Príncipe. Se pueden observar más afuera de los Jardines del Palacio, en el Club de Tiro y en el Paseo del Pocillo.

Según estudios en escritos antiguos, como la Guía del Real Sitio que se publicó en 1884, escrita por Breñosa y Castellamau, se describen las secuoyas del Paterre de Andrómeda, como árboles majestuosos. Por lo que se puede entender que las primeras plantaciones en la Granja datan de 1853. Pero cabe destacar que quien plantó parte de estos gigantes fue el jardinero Mayor de Aranjuez Antoine Testard en 1877.

La Secuoya Gigante adulta, está libre de ramas en la primera parte de su tronco, entre 20 y 50 metros, el cual es bastante grueso, recto y macizo, lo suficientemente ancho en su base, como para soportar su peso; de corteza amplia y gruesa con un tono de color marrón rojizo, que con el tiempo va tomando un tono más marrón. Las ramas van apareciendo formando una copa redondeada en su parte superior, hasta terminar en punta con forma cónica.

Tanto los conos femeninos como los masculinos están en el mismo árbol, llegando a medir hasta 7,5 centímetros de largo por 4 de ancho los femeninos, que están compuestos por visibles escamas en espiral, conteniendo bastantes semillas aplanadas. Dichos conos tardan aproximadamente 20 años en llegar a conseguir su madurez. Aunque parezca extraño, el fuego tiene un papel importante para la germinación de estos árboles. Ya que no sólo ayuda a limpiar la zona de algunos competidores, sino que el calor seca y abre los conos.

Por otro lado, no daña a las secuoyas maduras, debido a  que las fibras fruncidas que posee su corteza están sueltas, siendo pésimas conductoras para el fuego. Pudiendo tener un grosor de 60 cm. Estas fibras suelen desprenderse con facilidad al secarse, antes de que el fuego pueda llegar a la parte interna del tronco.

Poseen hojas perennes de color verde o verde amarillento, con forma de lezna (en forma de aguja), de 3 a 6 mm de longitud que se colocan en espiral. Suelen estar por encima de los 30-750 metros sobre el nivel del mar.

De nombre científico Sequouiadendron giganteum, es la única conocida hasta la actualidad. De género monotípico (grupo taxonómico con una sola nomenclatura) denominado de igual manera como Taxodiáceas.

Una de las variantes de coníferas conocida como Secuoya Gigante, velintonia, wellingtonia, gran árbol o secuoya de Sierra. Es una de las tres especies de coníferas gigantes que vivieron durante el cretáceo, hace más de 100 millones de años y a partir de entonces, su territorio de ha vuelto cada vez más reducido.

Actualmente se pueden conseguir únicamente dos tipos de secuoya. La primera sobre la que se tuvo conocimiento, fue la secuoya común, que se descubrió en una zona montañosa y húmeda cerca de la costa de California y la segunda por supuesto, la Secuoya Gigante.

A la Secuoya Gigante la cubre una corteza de color rojo, por lo que tiene el nombre en inglés de Coast Redwood (Secuoya de madera roja costera). Los árboles de menos de 100 años y solitarios suelen retener las ramas secas, las cuales mueren fácilmente. Son una de las especies con mayor auge económico.

Para que estos maravillosos gigantes logren su colosal altura, es necesaria una increíble unión de fuerzas. Aunque son potentes y grandes en cuanto a tronco, sus hojas son extremadamente pequeñas, un tanto mayor que la uña de un dedo.

En la década de 1950, cuando fueron descubiertos bosques repletos de este árbol, su tala masiva fue preocupante, ya que su tronco era utilizado para múltiples artículos. Esto sumado a los incendios forestales redujo el área original de plantación en un 34 %. Las secuoyas gigantes están protegidas en un 90 %, ya que son consideradas tesoro nacional. Los parques más conocidos son Yosemite y el  Kings Canyon. Juegan un papel importante dentro de nuestro ecosistema, no sólo por su belleza.

Origen

En el año de 1760, en Taskigi, actualmente el estado de Tennessee se originó la historia en base al nombre de este árbol. Nació el que sería un jefe indio cheroqui de nombre Sik-Wa-yi o Secuoya. Ayudando en todos los aspectos al desarrollo de su pueblo. Por tal motivo a los grandes y ancestrales árboles gigantes, se les denominó Secuoyas en honor a este hombre que mejoró la calidad de vida da la tribu cheroqui.

Actualmente este nombre continua en expansión, reforzando etnias por toda Norteamérica como el del “Sequoia High School” en California, uno de los más hermosos campus del oeste de estilo renacentista español. En cuyo escudo se puede observar un colosal árbol secuoya debajo del cual se encuentra la siguiente inscripción: “Unaliyi”, que significa lugar de amigos.

Cerca de 1830 en una zona boscosa de nombre Calaveras, se encontró la Secuoya Gigante más grande por el explorador J.K. Leonard. El segundo que logró observar la especie fue el europeo John M. Wooster, el cual talló sus iniciales sobre la gruesa corteza del árbol denominado “Hércules”, en el mismo lugar, en el año 1850. Ninguno de los dos descubrimientos fue publicado como tal.

Dos años después en 1852, Augusto T. Dowd, halló nuevamente a este gran árbol bautizándolo como el árbol del descubrimiento, el cual lamentablemente fue derribado al año siguiente (1853). La primera persona en darle un nombre científico fue John Lindley en el año 1853, denominándolo como Wellingtonia gigantae, pero este nombre no cumplía con el Código Internacional de Nomenclatura.

El activista naturista Carl Ernst Otto Kuntze, incluyó a esta especie dentro del género fósl Steinhauera en 1907, pero existía la duda de si estaba o no relacionada con el mismo, así que resultó invalidado. Al proponerse la teoría de la evolución, se hallaron nuevos fósiles y se soñaba con encontrar “El Mundo Perdido” que narró Conan Doyle, pero como un lugar apartado lleno del ejemplar de la Secuoya Gigante.

En 1941 se consideraba extinta la variedad de metasecuoya, como especie fósil millones de años atrás, pero T. Kahn, dio a conocer un ejemplar de esta especie vivo cerca de un monasterio en China, ubicado en la cuenca alta del río Amarillo, un lugar remoto en el centro de Asia. Este fósil se ubica en la edad dorada de las secuoyas gigantes, en la época del cretáceo. Tratándose de un árbol tan parecido que al principio se colocó dentro del mismo género.

Por 1948 hubo una expedición que pretendía encontrar nuevos fósiles vivientes, dirigida por Elmer Drew Merill (botánico estadounidense) y Ralph W. Chaney (paleobotánio estadounidense), los cuales hallaron pequeños grupos de metasecuoyas, las mismas preservadas de su extinción. Comprobando que eran de las mismas especies de los fósiles anteriores tratándose de árboles de hojas caducas. Enviando semillas por todo el mundo y actualmente en pleno crecimiento. (Ver artículo: Pino Piñonero)

Ubicación

Se dice que estos árboles de gran tamaño sólo se pueden observar en Estados Unidos y Canadá, pero se tiene información de que en Australia hay unos pequeños retoños que apenas comienzan a crecer. En Europa se tiene la mayor concentración de semillas, y se han llevado hasta el Reino Unido; aguantando temperaturas extremas han llegado a Dinamarca y Polonia. Ahí se encuentran algunos ejemplares vivos que han logrado adaptarse a temperaturas por debajo de los 37 grados centígrados.

La Secuoya Gigante, suele estar en arboledas compuestas por otras variedades de árboles, lo que ayuda a su longevidad y a su vez, éstas protegen a las otras especies sirviendo de cortafuego. La Sequia Gigantea, la más noble de todas las coníferas, se puede encontrar en bosques de Pino y Abeto Plateado. En el valle del Parque Nacional Yosemite, se pueden observar las arboledas de Tuolumne, Merced y Mariposa.

Con una distancia de doscientas setenta millas, en la zona intermedia del río American hasta el arroyo Deer, se encuentra una hilera contínua de Secuoyas. Hacia el sur del río Kings, la Secuoya Gigante ya pasa a formar en sí, grandes bosques de maravillosa nobleza natural, interrumpidos sólo por los principales cañones. Extendiéndose por las cuencas de los ríos Kaweah y Tule, donde se consigue el mejor conjunto de estos árboles. (Ver también: Árbol del Tule)

Hay una zona cerca del río Kings, donde la Secuoya comienza a formar bosques más tupidos, demarcando las grandes y rocosas laderas de los ríos Kaweah y Tule en toda su extensión. Recorriendo un trecho de un poco más de sesenta millas. Solamente la interrumpen los eminentes cañones naturales de la zona.

En el borde meridional del cañón se encuentra una bifurcación del río Kings, allí se puede ver un majestuoso bosque de seis millas de largo por dos de ancho, de Secuoyas. Y hacia el sur estos exuberantes árboles, elevan sus copas al cielo sin que puedan ser frenados ante su grandeza, sin que la topografía escarbada y complicada de la región pueda terminar con su crecimiento.

El río Kaweah posee una sección amplia entre el arroyo de Marble y su paso intermedio, conocida como Giant Forest, donde se extiende por pocas millas la Secuoya Gigante, hasta llegar a las fuentes glaciares de la cumbre, a una altitud de ocho mil cuatrocientos pies.

¿Sabías qué?

El grupo liderado por Chris Antkins denominó Hiperión al árbol vivo más alto del mundo, cuya altura es de 115,55 metros. Batiendo la marca del Gigante Estratosférico (112,9 m); está ubicado en el Parque Nacional Redwood, al norte de San Francisco, California.

Características

Este gran árbol era llamado wawona o hea-mi-withic por las tribus indígenas americanas, siendo en el siglo XIX descubierta por los europeos lo que originó el comienzo de su tala, posee unas características peculiares tanto por su estructura como por situaciones a lo largo de la historia.

• Es una especie que está protegida en la actualidad ya que su corteza no sirve para la industria debido a que se quiebra fácilmente.
• Se le asignaron diferentes nombres científicos, todos de manera errónea, hasta 1939.
• Posee un tronco bastante recto de corteza sumamente gruesa, con raíces que pueden profundizar hasta los 35 metros. Legando a pesar hasta 2000 toneladas.
• Puede aguantar temperaturas por debajo de los 30 grados centígrados en períodos cortos.
• Se pueden observar unos anillos de crecimiento que especifican la cantidad de años que llegan a VIVIR. Teniendo 3200 años el organismo vivo más viejo que se ha encontrado.
• En países como Gran Bretaña, Italia, Dinamarca y Polonia se usan como ornamento.

• Se multiplica por semillas que contienen los conos del mismo árbol, pudiendo tener hasta 11.000 conos con 230 semillas cada uno equivalente a un promedio de 300.000 a 400.000 semillas. Las cuales pueden dispersarse a 180 metros del árbol.
• De tallo cilíndrico y ramas encorvadas hacia el suelo.
• Sus hojas forman hileras enfrentadas de color verde azuloso cuando son tiernos, cambiando su tonalidad a un color verde oscuro al madurar.
• Las secuoyas organizadas en grupos en cuanto a su crecimiento les sirve para su protección del clima inclemente.
• Su estructura es muy particular, de cada raíz pueden brotar varios troncos que crecerán muy juntos, esto es un mecanismo de auto defensa de modo que al dañarse o morir alguno, los otros continúan creciendo aportando savia a los que la necesitan.
• Habitan en ciertas zonas boscosas de coníferas donde abunda el Abeto Blanco. A una altura de más de 1200 metros sobre el nivel del mar.
• Se cataloga como una especie vulnerable (VU) y se encuentra en la lista roja de la International Union for Conservation of Nature (UICN), desde el 2007.

Semillas de Secuoya Gigante

Al hablar sobre la Secuoya Gigante, sabiendo que son colosales árboles de más de 80 metros de altura y que pueden vivir más de 3000 años, se comprende que no son precisamente especies fáciles de plantar en un jardín, para algunas personas. Pero como su tiempo de reproducción y crecimiento es tan lento, es bastante interesante verlas germinar.

Las secuoyas son coníferas, y éstas necesitan estar en clima frío para poder germinar, aproximadamente de dos a tres meses, si no jamás prosperarán. Se necesita para ello lo siguiente:

• Un envase de plástico o vidrio transparente con tapa hermética.
• Una mezcla de diferentes sustratos como Greda o piedra volcánica en forma de grava, akadama y kiryuzuna, que permiten el fácil drenado del agua y circulación de aire en las raíces de la planta.
• Turba negra o mantillo.
• Perla.
• Azufre o Cobre, que se necesitan para prevenir que aparezcan los hongos.
• Un pulverizador.
• Maceta adecuada.
• Semillas de secuoya.

¿Cómo se siembran las semillas?

Antes que nada, se deben dejar secar bien lo conos, para que se puedan abrir y separar con facilidad las semillas. Luego se  hidratarán por 24 horas, colocando las semillas en un envase con suficiente agua, que esté a la sombra, lo que permitirá que germinen más rápido.

Al transcurrir este tiempo, se debe colocar en el envase capas alternadas de Greda, akadama y kiryuzuna, luego se ponen las semillas de la Secuoya Gigante separadas entre sí. Se tapan con una capa delgada de turba. Se espolvorea un poco de azufre o cobre y se humedece bien con agua, con ayuda del pulverizador.

Para finalizar, se debe tapar herméticamente y colocar en la parte de la nevera menos fría. A seis grados por unos tres meses, abriendo el envase semanalmente para que circule el oxígeno y el aire se renueve. Al cumplirse el lapso de tiempo requerido para la germinación de las semillas, se deben colocar en bandejas para germinado individual o macetas.

Necesitarán estar a semi sombra con los sustratos ya mencionados y bastante turba mezclada con un 30% de perla. Los primeros retoños se comenzarán a observar al pasar dos meses aproximadamente, para luego trasladar las plántulas a un lugar con más luz solar, evitando que ésta sea directa.

Cuando los retoños de Secuoya Gigante ya estén climatizadas, se pueden colocar en el jardín. Manteniendo un riego adecuado para que las pequeñas plantas puedan tener suficiente tamaño, unos 10 0 15 cm de altura, y poder  transplantarlas al suelo directo evitando que se sequen, a menos que se vayan a realizar Bonsái. (Ver artículo: Pino Bonsái)

Tiempo de crecimiento

Como ya hemos relatado anteriormente, estos majestuosos árboles con alma propia, viven en grandes altitudes y son resistentes a situaciones inclementes en cuanto a frío, fuertes nevadas, incluso a rayos que aticen en sus copas, impávidamente sin dejar de crecer.
Durante mucho tiempo, por su altura, la copa de la Secuoya Gigante era un verdadero misterio, casi inalcanzable.

Estudios actuales, realizados por Steve Sillett, demuestran que estos magníficos árboles todavía siguen su crecimiento descaradamente. Antiguamente se comenzó su tala despiadada, al creer que por ser tan impactantes serían propicios para la industria maderera, pero su frágil corteza los libró de tal fin. (Ver también: Acacia Mangium)

Estas imperiales estructuras naturales tienen un desarrollo lento en cuanto a crecimiento. Una semilla puede tardar hasta tres meses en germinar en suelo firme, bajo condiciones climáticas saludables. Y el primer retoño de planta nueva hasta tres años; a partir de ahí su tamaño será variable a simple vista entre 2 y 4 años, constatando que hay especies con más de 3000 años de vida.

Altura

La secuoya es «El Gigante del bosque», un coloso de tronco rojizo que se alza por encima del suelo a más de 80 metros. Su tronco rugoso mide un poco más de 8 metros de diámetro. Pararse en su base y alzar la vista, puede ocasionar tortícolis y jamás se alcanzará a ver la cima de su copa. Con más de noventa años, este espécimen de Sequoiadendron giganteum, sigue y seguirá creciendo si las condiciones climáticas se prestan para ello.

Las ramas de las secuoyas parecen formar otros árboles en posición horizontal compuestas de más de dos mil millones de pequeñas hojas de color brillante. Se ha demostrado, que estos árboles son tan altos y sus copas son tan anchas, para poder competir con otras especies por la luz del sol y el agua de lluvia. Por supuesto sus raíces y troncos deben ser gruesas y grandes para soportar el peso de estos gigantes.

La Secuoya Gigante continuará creciendo aunque haya alcanzado su madurez sexual. A diferencia de otros seres vivos, cuyo crecimiento se detiene por la gravedad, ya que como no necesita desplazarse, puede alcanzar mayor altitud. Lo que no sucede con la jirafa o el cóndor, por ejemplo. Obviamente a medida que crece, necesita engrosar sus bases, por eso su corteza es tan frágil y quebradiza, ya que debe dar paso a cambios de estructura al igual que sus ramas, que también se engrosan.

En vista de que para las secuoyas, los recursos que necesitan para vivir, los sustrae del cielo y de la tierra, al paso de los años pueden llegar a tener tal tamaño que bien se puede decir que son parte del ciclo divino de la vida, uniendo al padre Sol con la madre Tierra. Su altura se complementa con su longevidad, ya que de no ser así, quizás no podrían alcanzar esa distancia incomparable con ninguna entre ambos espacios.

Y por supuesto, al adaptarse a las diferentes adversidades del tiempo, se han ganado su longevidad. Su fijación al suelo y dureza en el interior del tronco les fortalece ante el viento, y los diversos compuestos que se pueden encontrar cubriendo su corteza las protege de los hongos y del fuego.

El cual es más bien un aliado de las secuoyas, ya que acaba con otras especies, dejando espacio para su reproducción, la cual resulta eficiente al calor del mismo, puesto que colabora con secar sus frutos y esparcir las semillas, ya que la misma es ignífuga. Los escarabajos xilófagos son los únicos que apenas pueden hacer mella en ella. Por todo esto y más, es que aumentan su altitud sin parar, año tras año, milenio tras milenio.

El descubrimiento del aumento en cuanto a grosor de la madera en las secuoyas con el tiempo, contradice una teoría ecológica forestal: «La producción de madera en un árbol disminuye, conforme éste envejece». Este axioma, puede ser válido en algunos lugares y con algunos ejemplares de árboles, pero las secuoyas gigantes se ríen de esa teoría. El equipo de Sillett hizo lo impensable, escaló una de las secuoyas más altas y recorrió de arriba para abajo, midiendo centímetro por centímetro sin dejar pasar nada por alto.

Midieron tronco, ramas, corteza, nudos, contaron sus frutos y semillas y tomaron muestras para estudios. Fue mágico, según cuentan en el artículo que escribieron al respecto. Parecía imposible estar a tanta altura sobre el suelo, observando a este magnífico e imponente árbol, que parecía contar historias al soplar el viento, sus ramas cubiertas aún por la nieve, dejaron deslizar una gota cristalina.

Este pulmón gigante, inhala grandes cantidades de CO₂, sumando el carbono a su hemi celulosa y lisignia, al mismo ritmo en el que crece. Lo que es impresionante, si deducimos en cuanto a su tamaño y cantidad de hojas, todo el oxígeno que puede producir para el planeta.  Sería interesante sembrar más Secuoyas Gigantes para combatir el calentamiento global.