Asia es famosa por su riqueza paisajística y cultural; resaltando la arquitectura, la religión, la gastronomía y la medicina natural; de donde se destaca la centella asiática; una de las plantas preferidas en los tratamientos fitoterapéuticos tanto de oriente como de occidente; sepa porqué.
Indice De Contenido
- 1 ¿Qué es centella asiática?
- 2 Como medicamento
- 3 Origen e historia
- 4 La planta
- 5 Beneficios
- 6 Propiedades
- 7 ¿Para qué sirve?
- 7.1 Para el cerebro
- 7.2 Para la piel
- 7.3 Para la celulitis
- 7.4 Para las estrías
- 7.5 Para las arrugas
- 7.6 Como cicatrizante
- 7.7 Centella y la rosácea
- 7.8 Para rebajar
- 7.9 Como diurético
- 7.10 Para el cabello
- 7.11 Como afrodisíaco
- 7.12 Centella y hemorroides
- 7.13 Para los ojos
- 7.14 Centella y el sistema inmune
- 7.15 Para las várices
- 7.16 Centella y el hipotiroidismo
- 7.17 Para los huesos y muesos
- 7.18 Para el útero
- 7.19 ¿Sirve para eliminar quistes?
- 7.20 ¿Y para los quistes en los senos?
- 7.21 Contraindicaciones
- 7.22 Centella y la lactancia
- 7.23 Centella y embarazo
- 7.24 Centella y anticonceptivos
- 7.25 Centella y la diabetes
- 7.26 Efectos secundarios
- 8 Usos culinarios
- 9 Uso tópico
- 10 En mesoterapia
- 11 ¿Cómo tomarla?
- 12 Formulas herbales con centella asiática
- 13 Tintura madre
- 14 Cápsulas
- 15 Hoja seca
- 16 Aceite
¿Qué es centella asiática?
La centella asiática es una planta de uso tradicional muy arraigado en países como India y China; destacándose en áreas como la medicina Ayurveda, y en la medicina tradicional china; donde se busca potenciar la sinergia entre la mente, cuerpo y espíritu de toda persona. De hecho; en la India, la planta es considerada única o quizás la más espiritual de todas las hierbas.
No obstante, su uso se extiende en gran parte del mundo, y entre culturas muy diversas, donde durante muchas generaciones se ha utilizado como planta medicinal gracias a sus múltiples propiedades terapéuticas.
Las hojas que son consumidas por ingesta directa en ensaladas y jugos poseen un sabor muy amargo y picante, el cual persiste en el paladar por un buen rato.
En Sri Lanka, la leyenda habla que los elefantes, símbolos de la longevidad, masticaban las hojas de la planta.
Como medicamento
La característica principal de la centella asiática como medicina natural se centra en la importante cantidad de propiedades curativas y la capacidad eficaz de mitigar un gran número de patologías que padecen las personas por razones muy variadas.
Famosa durante los siglos por la creencia de tener la facultad de prolongar los años de vida; pero, a diferencia de lo que muchos llegan a creer, no se trata vehementeamente de cantidad, sino de calidad.
La centella asiática, influye de forma directa sobre el individuo dotándolo de la capacidad de adaptabilidad ante casi cualquier evento adverso que pudiera ocasionarle problemas graves derivados de esa misma circunstancia; en muchos casos aparentemente inofensiva.
Como medicina natural es fácil de encontrar en las herbolarias y casas naturistas; pero también es muy común su uso como ingrediente en una amplia gama de medicamentos de fabricación farmacéutica.
Esta planta es utilizada por los maestros yoguis para mejorar la meditación; según esta corriente la planta tiene la capacidad de abrir o desarrollar el Chakra de la corona, considerado como el centro de energía en la parte superior de la cabeza, encargado de equilibrar los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro.
Se dice que la planta fue incluida desde los primeros hallazgos médicos, en la Materia Médica India, un manual medico credo por el Dr. K.M. Nadkarni, aun cuando no se conocían la composición química de la planta o cuáles eran los principios activos a los que cabía atribuir a la misma tantos importantes beneficios para la salud.
Origen e historia
La centella asiática es una planta que crece a lo largo y ancho de Asia Central, en países como India, Indonesia, Japón, Sri Lanka, Madagascar; pero también se encuentra en algunas zonas de África y algunas islas del pacifico sur.
La medicina tradicional hindú utiliza esta planta desde hace más de 3.000 años encontrándose, incluso descrita en los primeros manuscritos sánscritos; en esta cultura la aplicación que se le dé, depende directamente de la localidad geográfica.
En Amerindia, India, África, China y Malasia es utilizada como tónico o ungüento cicatrizante y desinfectante. Madagascar, para otra parte, se usa para tratar trastornos digestivos; mientas que en la mayor parte de Asia, donde más alcance tiene, se usa como tónico mental, analgésico, antimicrobiano, antiviral y muchos más. Sin embargo, el denominador común de uso tradicional en todos los países es el tratamiento de afecciones cutáneas.
Las primeras evidencias científicas de su uso de la planta como medicamento alternativo, se reportan contra la lepra, gracias a las investigaciones del médico inglés, Boileau en el año de 1852. Vivió y trabajó en la India, contrayendo la enfermedad de la lepra decidió experimentar en sí mismo con la planta obteniendo resultados inigualables; los cuales fueron publicados de inmediato en los informenes de la comunidad médica mundial.
Este hecho dio pie a que entre 1853 y 1855, se realizaran diversos estudios sobre el tema, no solo en India, sino también en Francia y España. En 1884, cuando ya la faba de la centella asiática como potente medicamento estaba fortalecido, se registró en el libro de farmacopedia Códex Francés.
En 1944 Boiteau, logró aislar el asiaticósido, uno de los principios activos fundamentales de la planta; gracias a esto entre los años de 1947 y 1949 se realizaron importantes estudios en el campo de la farmacia.
Seguidamente entre 1953 y 1961 el médico J. Polonsky estudió y publicó la estructura química del asiaticósido, para que en 1958 Ratsimamanga y Boely demostraran su acción venotónica.
Los estudios siguen hasta 1969 con el médico H. Pinhas, quien publica la estructura química, de otro componente; en este caso del madecasósido; mientras que en el año 2003 se hace lo propio con el terminolósido.
La planta
La centella asiática es una planta anual sencilla, que puede llegar a pasar por inadvertida o ser considerada como hierba, forma parte de la familia de las Apiaceae, conocidas también como Umbelíferas.
Este es un grupo de plantas herbáceas y arbustos fanerógamas constituida por unos 440 géneros y más de 3500 especies, como el eneldo, el apio, el culantro, el cilantro, el perejil, el anís y el hinojo; presentes hasta en el último rincón del mundo aunque en menor medida en zonas tropicales y desérticas del continente australiano.
A grandes rasgos, sobre la planta se puede decir; que los tallos son finos, reptantes o trepadores; con hojas forma de abanico y raíces de color beige; mientras, que las flores son rosadas y pequeñas y el cultivo se lleva a cabo en un periodo de 3 meses, cosechándose de forma tradicional, a mano.
Por otra parte la especie vulgaris, que pertenece a la misma familia, Apiaceae, igualmente rastrera y perenne, posee hojas con láminas redondeadas y dientes, de hasta 4 cm. de diámetro. Flores de aproximadamente 1 cm. de diámetro, dejándose ver en todo su esplendor en otoño.
Nombre científico
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que esta planta 68 nombres vernáculos y tres sinónimos; algunas de estas son:
La nomenclatura botánica más utilizada de la centella asiática es Hydrocotyle asiática identificación atribuida al botánico, científico, naturalista y zoólogo sueco, Carlos Linneo y como Centella asiática; junto a Ignaz Urban; un botánico de nacionalidad alemana publicándose en la obra de este, titulada Flora Brasiliensis, Flores Brasileras, en el año de 1879.
Centella biflora, Centella coriácea, Centella hirtella y Centella dusenii patentadas por Johan Axel Frithiof Nannfeldt, botánico y micólogo sueco; como Centella floridana en compañía de el profesor, botánico y micólogo estadounidense John Merle Coulter y su colega y conterráneo del último Joseph Nelson Rose; pero también denomino a la planta como Centella triflora, esta vez con el farmacéutico y botánico español Hipólito Ruiz López y el colega y también español José Antonio Pavón y Jiménez; adicionalmente estos dos últimos por su parte la denomiaron Hydrocotyle triflora.
Hydrocotyle erecta, es el nombre que le da Carlos Linneo hijo, de profesión naturalista como el padre; nombrándola Centella erecta en compañía de Merritt Lyndon Fernald un pteridólogo, botánico y profesor estadounidense.
Por otra parte, el botánico, algólogo y micólogo sudafricano Christiaan Hendrik Persoon le otorga el nombre Hydrocotyle repanda y junto a John Kunkel Small un botánico y taxónomo estadounidense como Centella repanda; mientras que Small por su parte le agrega a su calificativo la coletilla florido.
En tanto, Thomas Nuttall botánico, pteridólogo, micólogo, y zoólogo inglés la define Glyceria repanda, su colega estadonunidence John Donnell Smith la definió como Hydrocotyle asiatica luxurians. Otro colega, de estos, de nacionalidad francesa, Jean Baptiste Saint-Lager, nombró la planta Hydrocotyle brevipedata, el médico y botánico inglés, hace lo propio y le otorga el nombre Hydrocotyle ficarifolia.
En el mismo orden de ideas, Jean-Baptiste Lamarck, naturalista de nacionalidad francesa Hydrocotyle ficarioides; otro botánico, briología, pteridología y micólogo suizo, Augustin Pyrame de Candolle, le da el nombre Hydrocotyle inaequipes; y por último, el botánico inglés, Henry Fletcher como HanceHydrocotyle lurida.
Adicionalmente, Hydrocotyle nummularioides, es el termino que Achille Richard, un médico, micólogo, botánico, pteridólogo, y briólogo francés, le otorgó a la planta. Mientras, Michael Joseph François Scheidweiler un profesor, botánico y taxónomo belga en compañía de sus colegas alemanes Christoph Friedrich Otto y Friedrich Gottlieb Dietrich, le dan el nombre de Hydrocotyle brasiliensis.
En tanto, exclusivamente en Europa se conoce una especie del mismo género, la Hydrocotile vulgaris, que fue patentada por Linneo y publicado en Species Plantarum, Especies de Planta, de 1753.
Significado
El origen del término es latino; deriva de scintilla, por lo que la palabra se puede definir dentro de varias accesiones; como una chispa o rayo de electricidad o de luz.
En cuanto al termino, asiática; se refiere claramente al un género especifico de la planta y que como su nombre lo indica es original del continente asiático.
Nombres comunes
Otros nombres comunes para la centella asiática son, hierba de la longevidad, Brahma Buti y Brahma-Manduki, centella coriácea, cotiledón, hidrocótila, ombligo de Venus, picante de ranas, soldanela acuática, sombrerillo o sombrero de agua, taquibsuso de filipinas, antanan, pegaga y brahmi, nombre de especial atención; ya que también es la nomenclatura para definir a la Bacopa Monnieri, y que también posee importantes beneficios para con la salud; un error que se cree se originó en el siglo XVI, cuando se confundió este nombre con el de Brahma-Manduki.
La Bacopa Monnieri, es una plata rastrea con fines medicinales; mayormente utilizada para la epilepsia y el asma; que se mantiene verde todo el año, que habita mayormente en zonas húmedas y fangosas.
Igual ocurre con el término Gotu Kola, que tiende a confundirse con nuez de Kola; nombre que recibe el fruto de algunas especies de árboles africanos los cuales contienen cafeína, producto con el que se elabora la gaseosa de cola negra.
La centella asiática también es conocida como hierba de los tigres, nombre que se le atribuyo; pues, cuentan, leyendas hindúes, que los cazadores que seguían a estos felinos de Bengala, declaraban que hasta los tigres curaban sus heridas con estas plantan revolcándose sobre ellas y lamiendo sus heridas con la saliva impregnada del jugo de la planta.
La flor
El color de las flores va del rojo al rosa llegando al blanco, en forma redondeada como un abanico, visibles a ras de suelo; cada una de estas flores se encuentra parcialmente recubierta por dos brácteas, una especie de hoja gruesa que cubre como capa, de color verde, de género hermafroditas y de diminuto tamaño, no más de 3 mm, con 5 o 6 corolas por caca flor, 5 estambres y 2 estigmas.
El tallo
Adhiriéndose a muros y creciendo con una particular vertiginosidad, al interconectarse con sus iguales, los tallos de esta planta son finos, con un color entre verdoso y rojizo.
Las hojas
Las hojas verdes que pueden tornarse rojas, poseen ápices redondeados de suave textura y con vasos marcados y que nacen desde el pie de la planta, a unos 2 dm. de esta.
La raíz
Posee la habilidad de crecer con la misma rapidez que el tallo, es de color beige o crema y está cubierta de una especie de pelusa radicular.
Hábitat y cultivo
La especie asiática ocupa espacios en las riveras, donde los suelos son muy húmedos y brumosos, cerca de lagos y de cursos de agua y donde la recepción de luz es escasa. Mientras que la vulgaris, se encuentra en juncales y carrizales junto a marismas y lagunas de litoral; en estas zonas con climas tropicales y subtropicales, crece de forma salvaje a unos 600 mts. y hasta los 2.000 mts. sobre el nivel del mar. Si bien la planta crece de forma silvestre, es fácil su cultivo, a partir de la semilla plantada en época primaveral.
Por otra parte, la especie vulgaris, exclusivamente de origen europeo, crece en todo el continente; excepto en Finlandia, Turquía, Bulgaria y Rumanía. Cuando la cosecha está a punto esta se realiza de forma sencilla extrayendo, a mano, del suelo toda la planta desde la raíz.
Beneficios
Entre los beneficios que la planta otorga al organismo se encuentran los de cicatrizante, calmante, estimulante, diurético, adaptógeno, analgésico, anticelulítico, antiinflamatorio, cosmético, sedante, tónico, vasodilatador, reepitelizante, regenerador, dermoprotector, antiséptico, antibacteriano, depurativo, astringentes, ansiolítico, emenagogo, antimicrobiano y antiulceroso.
A esta enorme lista de beneficios también se le incluyen los de psiconeurológico, anticonceptivo, antioxidante, angiogénico, antiproliferativo, inmunomodulador y antimutagénico, neuroprotector, , angiogénico, antiprolierativo, antifúngico, ansiolítico, gabaérgico, antifermentativo, glutamatérgico, fleboprotector, venotónico, antiulceroso y antidepresivo.
Propiedades
El principio activo más relevante e importante que posee la centella asiática es un triterpenoide saponínico, conocido como asiaticósido; junto a otros compuestos triterpénicos, entre ellos pentacíclicos, braminosido, centellósido, brahmanosido, brahminosido, heterósidos. tankunisido, isotankunisido, indocentellosido, terminolósido y madecassosido; ácidos grasos como linoleico, lignocérico, linolénico, oléico, palmítico, elaídico y esteárico; aceites esenciales como betacariofileno, transbetafarneseno y germacreno D.
También esta constituida por flavonas de tipo astragalina, apigenina, rutina quercetina y kaempferol; sesquiterpenos, triterpenos esteroídicos como el estigmasterol y el sitosterol y triterpenos ácidos como ácido asiático; centellosaponinas de tipo B, C y D, fitoesteroles como campesterol, sitoesterol, estigmaesterol, aminoácidos libres como alanina, serina, aminobutirato, aspartato, glutamato, lisina y treonina; ácido triterpénico, glicósidos, taninos y aceite volátil, entre otros.
La lista de principios activos incluye también principios amargos como la vellarina, acido tánico, alcaloides como la hidrocotilina, mucílagos, taninos en abundancia y esteroles vegetales.
Una particularidad dentro de la composición química de la planta recae en el hecho de que los principios activos y la cantidad de estos albergado en ella varia dramáticamente dependiendo de la zona geográfica donde esta se cultive; de manera tal que las plantas de centella asiática que provienen directamente de continente asiático, se encuentran cuatro triterpenos, mientras que en las variedades procedentes de Madagascar y América, por ejemplo, sólo se suelen encontrar dos.
Esta composición también incluye vitamina C y K y sales minerales como el magnesio, el calcio y el sodio.
Propiedades cosméticas
De los compuestos antes mencionados; la centella asiática es principalmente reconocida por su efectividad ante la celulitis, y esto se debe a que la planta es rica en ácidos grasos, taninos, fitoesteroles, resina, quercetrina, rutina, aminoácidos, el alcaloide hidrocotilina y mucílagos.
¿Para qué sirve?
La centella asiática es utilizada como tratamiento natural para aliviar múltiples síntomas que se debe a la acción sinérgica de varios de sus componentes, especialmente de los triterpénicos; cuando se consume con relativa regularidad.
Para el cerebro
Se ha utilizado la centella asiática para aliviar el estrés, la ansiedad, la fatiga mental, el insomnio; y para fomentar estados de ánimo positivo evitando síntomas de depresión, co-ayudar en el correcto funcionamiento cerebral, sobretodo la función nerviosa y el riego sanguíneo; evitando irritaciones o palpitaciones nerviosa y neuralgias.
Los estudios aseguran que la planta restablece y balancea el funcionamiento de la mayoría de las extremidades cerebrales, reparando axones y estimula la ramificación dendrítica; aumentando la plasticidad cerebral y la comunicación entre las células cerebrales.
Esta acción activa la trasmisión de impulso a través de los calanes receptores y emisores, contribuyendo en casos de limitaciones leves del aprendizaje y alteraciones de la memoria como en el caso del Alzheimer; potenciando y aumentando la capacidad de concentración y memoria.
Es capaz de aliviar tensiones del día a día como el estrés; posicionándose como un gran agente relajante y un excelente remedio para rebajar la ansiedad y la sensación de cansancio. También ataca los efectos de la degeneración cognitiva que se produce inevitablemente por la edad; aunque también se cree que mejora la condición cuando es originada por otras causas.
Además, es utilizada para combatir todo tipo de trastornos nerviosos, epilepsia, senilidad y mejorar los reflejos; y para promover el sueño reparador. En resumen energiza y mejora las funciones del sistema nervioso central y reconstruye las reservas de energía.
Para la piel
Gran parte de la fama que precede a la centella asiática que le debe a sus inmensos beneficios dermatológicos, puesto mejora en todo aspecto el aspecto de la piel; haciéndola más firme y elástica; ya que aumenta la producción de fibroblastos, colágeno de tipo I y III y la queratinización epidérmica; que no solo intervienen en el sano desarrollo de la piel, sino de articulaciones, huesos y los músculos, también, irritaciones o quemaduras solares.
Se ingiere para evitar todo tipo de lesiones en la dermis como úlceras, eczemas, lepra, estrías, psoriasis, viruela, contusiones, esclerodermia, ictericia, sarampión, urticarias, forúnculos, elefantiasis, dermatitis atópica y picaduras de insectos y otras patologías similares, en las que se producen un daño en el tejido conectivo de la piel.
Adicionalmente, es capaz de previene la formación de queloides y cicatrices hipertróficas. La centella asiática repara e hidrata; de manera tal que es el ingrediente preferido para las llamadas lociones post-solares, y productos antiirritaciones y cicatrizantes, es decir, aquellos que son utilizados después de la depilación en chicas, afeitado en caballeros, la realización de tatuajes y perforaciones, o de tratamientos estéticos que ameritan cirugía como el peelings y la depilación con láser.
Para la celulitis
Como la planta es capaz de detener la acumulación de grasas y líquidos alojados en la capa media de la piel; esta se convertido en ingrediente esencial a la hora de combatir la antiestética celulitis, incluso, desde la aparición de la famosa piel de naranja; aportando dureza y firmeza a los tejidos y deteniendo la flaccidez sobre todo en el área de los muslos y los glúteos.
La celulitis es la alteración de los tejidos adiposos del cuerpo que se saturan de grasa, líquido y toxinas; la centella asiática actúa sobre estos eliminando todo rastro en el organismo, gracias a sus propiedades diuréticas.
Para las estrías
La centella asiática es una planta que no solo ataca la celulitis en sus fases tempranas sino que también actúan sobre cuadros celulíticos graves como lo son por ejemplo las lesiones graves en el tejido conjuntivo; a lo que se le conoce como estrías; cicatrización anormal de la piel causado por un estiramiento constante de esta que daña la capa de la dermis; estas aparecen cuando las fibras elásticas de colágeno se desgarran como consecuencia, la mayor parte de las veces, de un aumento o disminución continuo y exagerado de peso o incluso a causa del embarazo.
Esta lesión en la piel se evidencia en su primera etapa con líneas de color rojizas sobre la piel; las cuales se irán tornando de color blanco. Las propiedades de la planta contribuyen a la reparación de estas fibras lesionadas, y de esta forma a la desaparición de las estrías.
Para las arrugas
La planta tiene la habilidad de acelerar la formación de colágeno, por lo que es altamente conocida como enemiga del envejecimiento prematuro de las células y la aparición de arrugas y bolsas bajo los ojos por la edad; que pueden o no estar relacionados con la edad o con alteraciones en los tejidos capilares; y los efectos nocivos de la polución y demás agentes contaminantes.
Como cicatrizante
Entre las múltiples acciones que ejerce sobre el organismo la centella asiática; el de cicatrizante se centra en la capacidad que la planta tiene en aumentar la concentración de antioxidantes y colágeno en las zonas heridas por cortes y desgarros; y quemaduras de de segundo y tercer grado, todo tipo de llagas y úlceras de la piel; lo que agiliza la cicatrización, dejando un mejor resultado de sanación que incluye reducción de la inflamación en la zona afectada.
Como cicatrizante también actúa sobre la mucosa de la boca, reparándola y acelera la curación de úlceras y llagas bucales, glositis, gingivitis o encías inflamadas; aplicando la infusión o tintura en enjuague o gargarismo.
En términos científicos, el éxito de la centella asiática como cicatrizante radica en la acción compleja que la misma planta tiene sobre el equilibrado de las células y de los tejidos que participan en el proceso de curación, muy particularmente en los tejidos conectivos; varios de los componentes que constituyen la planta trabajan para estimular la reparación y fortalecimiento de la piel, el cabello, las uñas y el tejido conectivo.
Centella y la rosácea
La rosácea, es una enfermedad de tipo crónico que afecta la piel en la zona del rostro que se puede o no llegar a extender hasta los ojos. Esta patología consiste en la hinchazón de los vasos sanguíneos, relacionados o no con otro tipo de afecciones de índole cutánea; como por ejemplo el acné.
Es conveniente destacar que al igual que tantas otras lesiones no existe una cura específica para la rosácea, ni un tratamiento, ni un medicamento; aunque determinadas combinaciones pueden paliar sus efectos. Lo más importante será evitar o intentar evitar sus factores desencadenantes; que son: padecimiento de cuadros febriles consecutivos, contaminación, exposición al sol, consumo excesivo de alcohol, y otras.
La mejor solución para evitar este tipo de problemas es acudir al dermatólogo; sin embargo, el uso tópico de centella asiática contribuye en buena forma a paliar los síntomas de esta enfermedad.
Para rebajar
Por las propiedades diuréticas, la centella asiática se convierte en un gran aliado a la hora de querer perder peso; ya que evita la retención y acumulación de líquidos sobre todo en los tejidos adiposos, la planta es reconocida como el mejor de los complementos para dietas bajas en calorías, muy efectiva en reducir medidas y definir la figura.
Sin embargo, la planta es también un potente estimulante del apetito; aunque su principal efecto es todo lo contrario; pues, esta, favorece el aumento de los niveles de ácido gama-amino butírico, la cual es una sustancia que le da facultades ansiolíticas; lo que reduce las ganas de comer sobretodo fuera de horas, ayudando a reducir medidas y definir la figura; junto a una dieta equilibrada y baja en calorías y a una rutina adecuada de ejercicio físico.
Como diurético
Actúa sobre la linfa; liquido transparente que se encuentra interconectado con los vasos sanguíneos; reduciendo entre otras cosas la hinchazón y la sobre acumulación de estos en el cuerpo, que genera otros problemas de carácter circulatorio.
Co-ayudante en eliminar las toxinas y grasas por medio de la orina, la transpiración y las heces, limpiando además las vías urinarias y órganos excretores; y previniendo enfermedades en estos como por ejemplo la uretritis, la disuria, la nefritis; ya que contribuye con el sano funcionamiento de los riñones y de la vejiga.
Para el cabello
Se sabe, según estudios médicos, que el consumo de centella asiática favorece de forma abrumadora la formación de mucina, ácido hialurónico y sulfato de condroitina, los cuales son elementos esenciales para la salud del tejido conectivo, por ende no solo de la piel; sino también del cabello y uñas regenerando además, los tejidos capilares, reduciendo o evitando la caspa y la caída del pelo.
Como afrodisíaco
Entre otras de las capacidades que se le han atribuido a esta planta; también se encuentra la de actuar como un vigorizante físico y un estimulante sexual, aportando energía y resistencia a quien lo consume.
En términos simples consiste en combatir la falta de energía, la fatiga corporal y la debilidad física.
Centella y hemorroides
La centella asiática destaca como un medicamento eficaz para tonificar las venas y prevenir enfermedades con las vías circulatorias; por lo que se le ha destinado también para tratar las molestas hemorroides; generalmente en combinación con otras plantas que potencien la misma acción, como el rusco, la castaña de indias y avellano de bruja.
Los mismos efectos que ejerce sobre en torrente sanguíneo se cree que fortalecen el revestimiento del tracto gastrointestinal, por lo que, también es muy utiliza para tratar úlceras estomacales e intestinales; que mayormente se producen a causa del estrés. Fortalece, además, las glándulas suprarrenales.
Usado también para prevenir casos de hepatitis, cólera, disentería, estreñimiento, hematemesis, cirrosis hepática, y otras más.
Para los ojos
Por sus facultades antiinflamatorios, se le considera un muy buen complemento en caso de tratar inflamación, infección y sequedad ocular, especialmente en casos como párpados inflamados, córnea inflamada, o queratitis, úlceras corneales, parondopatías, y conjuntivitis; aplicándose en forma de colirio o lavaojos.
Centella y el sistema inmune
La centella asiática ha sido indicada para tratar ciertos tipos de infección gástrica y urinaria, interviniendo también satisfactoriamente ante cuadros gripales y alergias respiratorias; entre ellas casos de bronquitis, cuadros fiebres intermitentes y enfermedades venéreas, como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la sífilis, el lupus y el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), mayormente combinada con plantas demulcentes; ya que tiende a ocasionar efectos secundarios.
Las plantas demulcentes, son aquellas que tiene la capacidad de suavizar y proteger las mucosas y los tejidos internos irritados o inflamados; este demulcente es una sustancia viscosa que se encuentra en las plantas con alto contenido en mucílago, que beneficia casos de gingivitis, estomatitis, faringitis, tos y otras. Algunas plantas con esta facultad son: el tusílago, la consuelda, el maíz, las semillas de lino, el musgo de Irlanda, la pulmonaria, el regaliz, la malva, el malvavisco, el gordolobo, la avena, la alquimia arvense, y muchas otras más.
Los principios activos de la planta se utilizan como defensas naturales para protegerse de parásitos, hongos; y otros casos como tétanos y tuberculosis.
Para las várices
Según estudios, la Centella Asiática ha mostrado ser de gran beneficios a la hora de paliar síntomas de enfermedades; ya que mejorando la microcirculación; por lo que forman parte de tratamientos contra la amplia gama de lesiones como la insuficiencia venosa crónica, tal como mala circulación y retorno de la sangre desde los pies, reactividad venosa, venas varicosas, flebitis, úlceras varicosas, úlceras trófi, edema de las piernas, dolor de pierna y hasta la sensación de hormigueo anormal de las extremidades.
Esta insuficiencia venosa crónica, ocurre cuando las válvulas de las venas que transportan la sangre de regreso al corazón son débiles o están dañadas; acumulándose la sangre en las venas; los principios activos de la centella asiática evitan que la sangre se coagule, mejorando el estasis venoso; incluso previene problemas circulatorios en vuelos de media y larga distancia.
Estos múltiples beneficios se deben gracias a que la estimulación natural que ejerce sobre la producción de colágeno, mejora de la circulación y flujo sanguíneo; reforzando los vasos sanguíneos y devolviendo la elasticidad a las paredes arteriales y estimulando el crecimiento de los capilares, oxigenando en consecuencia a la piel.
El uso de centella asiática está muy aconsejado para aquellos que padecen presión arterial elevada o colesterol; e incluso es muy utilizado para prevenir y tratar enfermedades como la anemia, enfermedades de la sangre, insuficiencia cardíaca congestiva; haciendo que estas patologías sean menos susceptibles a los procesos degenerativos normales del organismo que se producen por la edad avanzada, la falta de ejercicio y otros factores.
Centella y el hipotiroidismo
Según los resultados científicos que se han dado a conocer; los expertos aseguran sobre la existencia en la planta de un factor de longevidad que se le conoce como Vitamina X o vitamina de la juventud; esta cumple funciones especiales en el cerebro y las glándulas endocrinas.
Para los huesos y muesos
La centella asiática es útil para aliviar atrofias óseas y musculares; que impliquen dolor físico, ya que es un analgésico natural comprobado; por tanto los pacientes diagnosticados con enfermedades reumáticas o artríticas encuentran en la planta un gran consuelo, en casos de artritis psoriásica, fracturas cerradas, esguinces, espondilitis anquilosante, reumatoide, osteoartritis y hasta para dolores de muela.
Para el útero
La planta es altamente recomendada para atacar de forma natural y casi radicalmente alteraciones en la zona genital femenina; entre ellas; la distrofia vulvovaginal, la vulvovaginitis, la leucorrea y la cervicitis o inflamación del cuello del útero.
¿Sirve para eliminar quistes?
Un quiste es una membrana propia del organismo que se desarrolla anormalmente en una cavidad o estructura del cuerpo; de forma interna o externa; son el resultado de una alteración en los procesos de expulsión de grasas y tóxicos de los organismos; Sin embargo, a veces aparecen espontáneamente sin causa aparente. Los quistes pueden ser peligrosos, a menudo debido a los efectos dañinos que pueden tener sobre los tejidos.
En este sentido se sabe, por las evidencias médicas; que la centella asiática es capaz en muy corto tiempo, de organizar y reforzar los procesos excretores evitando la aparición de quistes y otros efectos nocivos para la salud.
¿Y para los quistes en los senos?
Un irreversible si cabe en esta pregunta; la centella asiática se ha ganado muy merecidamente la fama de ser un potente y eficaz excretor de toxinas y en consecuencia de quistes sebáceos que se alojan en varias zonas del cuerpo peri muy especialmente en las mamarias.
Contraindicaciones
La centella asiática es en términos generales es una planta segura para aplicar en todas las edades y situaciones, siempre bajo supervisión médica; sin embargo, queda totalmente claro que no debe ser consumida, cuando se conozca de reacciones alérgicas a la planta o a alguno de sus componente; como ocurre con el resto de los medicamentos sea o no fitoterapéuticos.
Debe evitarse en caso de padecer úlcera gastroduodenal, gastritis crónica y enfermedad de Crohn; ya que algunos de los principios activos de la planta pueden irritar la mucosa gástrica y agravar la patología.
En estos casos algunos expertos recomiendan combinar con plantas mucilaginosas como el llantén, el algarroba, el plántago, el lino, la chía, la mostaza o el malvavisco, solo para nombrar algunas, que se utilizan en la medicina alternativa para reducir los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, aliviar el estreñimiento, reducir los riesgos de padecer cáncer y otros.
Centella y la lactancia
No se ha comprobado con exactitud si ejerce efectos negativos durante la lactancia o a los lactantes; sin embargo, no es recomienda para ser consumida en niños menores de 6 años. Los expertos aseguran que un consumo irracional a edades tempranas puede causar hepatotoxicidad debido a los triterpenos que contiene la planta si el consumo es oral.
En relación al uso tópico de la centella asiática siempre que se evite aplicar sobre el pecho o este sea limpiado bien antes de lactar, evita que el lactante lo ingiera.
Centella y embarazo
No es recomendado utilizarlo durante el embarazo; cuando se sospeche de este. Ya que dentro de las facultades que se le atribuyen a la planta se encuentra la de estabilizar los ciclos menstruales y aliviar los síntomas premenstruales; como la dismenorrea por lo que se considera una planta altamente abortiva.
Centella y anticonceptivos
No se recomienda consumir la planta cuando se esté procurando un embarazo; aun cuando en la antigüedad se le atribuía la facultad de favorecer la fertilidad.
Centella y la diabetes
Expertos aseguran, que la centella asiática puede elevar los niveles de colesterol y azúcar en la sangre por lo que las personas con estas patologías no deben consumirla.
Efectos secundarios
En dosis altas puede hasta usarse como narcótico, y por periodos prolongados ocasiona daño hepático.
De igual forma, aunque es raro que ocurra sin antecedentes clínicos aparentes; algunos pacientes puede presentar durante el tratamiento con centella asiática alergia tópica y sensación de quemazón, si se está utilizando de forma tópica.
Mientras que dolores de cabeza, de estómago, náuseas o mareos, si la ingesta es oral.
En estos casos por lo general se refieren a ingestas en dosis elevadas, pero de presentar alguno de estos síntomas, sea por la razón que fuera, se debe suspender de inmediato el tratamiento y consultar a un especialista en la materia.
Usos culinarios
La centella asiática es una planta totalmente comestible, gracias a la cantidad de vitaminas que en ella se albergan, es posible la elaboración de muchos platos saludables, que se caracterizan por un aroma singular y un sabor agridulce.
En la gastronomía típica de Sri Lanka, la planta es ingrediente fundamental cruda o cocida. Empleada además de en ensaladas, como acompañante en arroces, para dar sabor a sopas o a salteados de verduras.
También se usa para una variación del famoso pesto de albahaca; mezclando una cucharada de esta con perejil, ajo, nueces picadas y una cucharada de aceite de oliva.
Valor nutricional
A pesar de los grandes beneficios para la salud y la riqueza en minerales y vitaminas; como alimento la centella asiática no tiene gran impacto en la salud y la nutrición; en una porción de 100 gr. lo mínimo recomendado por los especialista; la planta solo aporta 39 calorías, unos 52 gr. de carbohidratos y al menos 10 gr. de proteínas y 0% de grasas; el resto de los elementos que componen la planta son en cantidades muy reducidas que no permiten la dimensión necesaria y apropiada en cuanto al aspecto nutricional se refiere.
Uso tópico
Son muchos los productos de elaboración farmacéutica, en cuya composición se encuentra la centella asiática; en aquellas que fungen como reparadores de la barrera cutánea, lociones corporales reafirmantes, geles para las piernas, cremas antiedad o antiarrugas; y muchas otras más.
Crema
Para la piel la dosis recomendada debe oscilar entre los 30 y 90 gr. en aplicación tópica en forma de gel, crema u otra presentación que sea de uso tópico. En el mercado, actualmente están muy de modas las cremas y los productos cosméticos a base de centella asiática; ya que como se ha venido explicando la planta tiene una sorprendente capacidad para reparar daños profundos en la piel, por las altas concentraciones de principios activos que posee.
Para el acné
Entre las cremas más populares son aquellas que se usan para combatir el acné, esta afección que ataca al rostro a personas de cualquier sexo y edad, consiste en una erupción o inflamación que supura y que al tener contacto con varios agentes contaminastes termina dañando la piel; daños que se notan por la simple declaración de la zona hasta la aparición de manchas y marcas.
La función de la centella asiática, en este caso, es propiamente disminuir estas lesiones residuales; que se ubican en la capa superficial de la piel y que los productos farmacológicos atacan muy bien gracias a los poderes cicatrizantes y reparadores de la planta, a los que el acné no le logra hacer resistencia.
Los estudios clínicos han demostrado que al aplicar productos contra el acné a base de centella asiática, los tejidos se reparan en tiempo récord reduciendo las marcas por cicatrices. Esto ya que la planta es rica como ya se dijo, en saponinas, elemento ampliamente conocido por sus beneficios sobre el tejido conectivo y mejorando el aspecto de la piel; que incluye cosos como la celulitis y envejecimiento prematuro.
Por estas razones, y muchas más, los expertos recomiendan incluir productos con centella asiática dentro de los regímenes de tratamientos cosmetológicos con el fin de mantener y fortalecer la piel; ya que en definitiva es uno de los tratamientos más eficaces produciendo un impórtate impacto positivo en la barrera de la humedad y producción de colágeno del organismo.
Con ginkgo biloba
Una combinación de extractos glicólicos; es decir; la centella asiática, el fucus, el ginkgo biloba, el rusco y la garcinia, debe estar amacerado en ácido glicólico, conocido como ácido de frutas; esta es clave maestra ideal para eliminar la indeseable piel de naranja y la celulitis.
Estos tipos de extractos se obtienen a partir de la planta seca; la cual es sometida a la acción extractiva de un disolvente a base de propilenglicol; un compuesto orgánico a base de alcohol o glicerina líquida y agua; los ingredientes más adecuados para la elaboración de productos de aplicación cutánea.
Para hacer un extracto como este, en la comodidad del hogar, introducir en un envase de vidrio las partes de la planta que se desean utilizar, y rellenare con glicerina líquida, alcohol o incluso aceite vegetal; y dejar reposar unos 30 a 40 días.
El fucus, es una de los elementos que son recomendadas para formar parte de este compuesto de extractos; esta planta, es un tipo de algas que se encuentra en las zonas cercanas a costas rocosas; muy utilizadas para regular la cantidad de grasas en el organismo.
Mientras que el ginkgo biloba, ampliamente reconocido para el tratamiento trastornos del cerebro o de bajo flujo sanguíneo y otras patologías; es un majestuoso arbusto de poco más de 30 mts. de alto, de copa medio piramidal, en forma de abanico, de corteza de color gris y las hojas, siempre verde claro y nativo del Japón.
Otra de las plantas recomendada para esta preparación es un pequeño arbusto de 30 a 80 cm de altura de color verde oscuro, llamado rusco, sus tallos floridos, con flores entre verde y lilas; y hojas 3 y 4 mm. de longitud florece todo el año en invierno y en primavera lo haces las plantas masculinas, mientras que en otoño e invierno, las femeninas; junto a un fruto en forma de baya roja de unos 10 a 12 mm. que adorna el suelo de algunas zonas de Europa, Eurasia, la zona mediterránea y el norte de África y Asia.
Recomendada para tratar hemorroides, varices, celulitis, flebitis, gota, y mucho más; gracias a la intervención de taninos, glucósidos, resina, calcio y potasio, que en ella se encuentran.
La última planta que forma parte de la receta es la garcinia; conocida popularmente como tamarindo malabar, un arbusto que nace en algunas zonas de la India, del que se utiliza la pulpa de su fruto, en forma de calabaza, para reducir peso y para elaborar currys.
A esta preparación se le añade alantoina; que es un preparado obtenido de muchas plantas y de la oxidación de la orina de algunos animales mamíferos, anfibios y algunos invertebrados, que por sí solo sirve como regenerador y cicatrizante natural; más 100 gr de cualquier tipo emulsión para formar la crema.
Preparación
Unos 2 gr. de cada ingrediente indicado, se combinan con 0,1 g de alantoina, más 100 gr de cualquier tipo emulsión para formar la crema. Al mezclar perfectamente todos los ingredientes, estos forman una masa viscosa y expandible que será utilizada para aplicar en la zona afectada al menos 3 veces por día, mando masajes energéticos sobre el área afectada.
Con vitamina E
Para curar quemaduras e irritaciones en la piel se necesita unos 5 gr. de extracto glicólico de avena, centella asiática, llantén, malvavisco, aloe vera y bardana; de cada planta. Adicionalmente oleato de hipérico y de caléndula; 3 gr. de cada una, y como conservante es más recomendable utilizar vitamina E y una emulsión de aproximadamente 100 gr.
La avena es un cereal conocido desde épocas antiguas; fundamentalmente es cultivada como alimento; ya que posee grandes propiedades nutritivas; pero además posee propiedades cosmetologías, bastante relevantes; ya que es rica en magnesio, calcio, cobre, manganeso, hierro, zinc y vitaminas del complejo B. Lo que le permite entre otras cosas contribuir con la lucha contra la oxidación celular, regular la presión arterial, favorecer la dilatación de los vasos sanguíneos, y mucho más.
Por su parte, el extracto glicólico de este cereal, se utiliza entre otras cosas, para aliviar la irritación y la picazón de la piel, acondicionar y reparar el cabello dañado, el llantén, una planta que es utilizada para tratar infinidades de patologías entre las que se pueden mencionar alteraciones en las vías respiratorias, infecciones, heridas, hemorragias y cardiopatías; gracias a que es rica en flavonoides, glucósido aucubina, ácido silícico, taninos y mucílagos.
Igualmente el malvavisco, una planta con flores de color blanco o rosado muy cultivada desde la antigüedad, para tratar golpes, quemaduras, contusiones, rozaduras y otros problemas leves de los tejidos.
De esta planta suele utilizarse principalmente la raíz ya que contiene mayor cantidad de mucílago; sin embargo se puede utilizar hojas, flores y tallos; los cuales también comparten almidón, grandes de polisacáridos, pectina y varios flavonoides.
El aloe vera, popularmente conocida como sábila, es otra de las plantas indicadas para esta magistral combinación; esta planta arbustiva se caracteriza por sus hojas o pencas alargadas con púas en forma de cactus, rugosa y dura al tacto, reserva de grandes cantidades no solo de agua sino también de antraquinones, enzimas, vitaminas, aminoácidos esenciales y no esenciales, oligoelementos y otros.
La planta de sábila es muy recomendada para tratar casos como problemas de la piel, aliviar dolores, mejorar la condición por gastritis, úlceras y estreñimiento, desmanchar diente, expulsar flema, desinfectar y curar heridas, y más.
Siguiéndole a esta receta se encuentra la bardana o lampazo como también se le llama, es una planta robusta; utilizada desde los primeros siglos de la era helenística para tratar mordeduras de víboras y perros con mal de rabia, combatir la sarna y hasta para eliminar toxinas del organismo a través de la orina.
Esto gracias a que la planta posee inulina, aceite esencial, ácidos fenólicos, lactonas sesquiterpénicas, poliacetilenos naturales, taninos, fitoesteroles vegetales, vitaminas del grupo B, vitamina C, potasio, hierro y calcio.
Además, el oleato de hipérico, popularmente conocida como hierba de San Juan o corazoncillo, es una de las plantas que más fama tiene en el campo de la fitoterapia; muy utilizada por sus efectos, casi milagrosos, como cicatrizante, antinflamatorio y antipruriginoso, está indicado para tratar contusiones, heridas, quemaduras, ulceras y otras afecciones principalmente de la piel por su alto contenido en vitamina E.
Sin embargo ha sido también utilizado para tratar la depresión y otras alteraciones de tipo emocional; desde épocas muy antiguas en Europa y en Asia, América y África donde con el correr de los años se ha logrado abrir espacio dentro de las condiciones de habitabilidad.
Por último la caléndula, que junto al aloe vera y la bardana se convierten en ingrediente casi indispensable en cualquier tratamiento de índole dermatológico. Esta planta vistosa por su tonalidad entre naranja y amarillo, que crece originalmente al sur del continente europeo es un potente y natural antiinflamatorio, antiemético, antiséptico, antiespasmódico, antibacterial, fungicida, cicatrizante, antiulceroso, emoliente, amenagogo; gracias a que alberga entre otras cosas flavonoides y antioxidantes de gran envergadura.
Todas estas plantas se confluyen con la silenciosa pero poderosa vitamina E; en términos generales, todas las vitaminas son sustancias obligatoriamente necesarias para el sano desarrollo de todos los seres vivos; ya que cada una de ellas cumple una función específica en el organismo; en el caso de la vitamina E, ejerce como antioxidante involucrado en las acciones que realizan los sistemas inmunológico y metabólico del cuerpo.
La vitamina E es consumida a través de los alimentos, y es muy recomendada para aquellas personas que tiene cuadros clínicos de daños hepáticos, fibrosis quística, enfermedad de Crohn y el mejor aliado para mantener la piel, las uñas y el cabello fuerte y sano.
Preparación
Se mezclan bien todos los ingredientes en un cazo, se le añade la emulsión, y se vuelve a mezclar hasta que se forme una pasta homogénea, y lista para usar hasta 4 veces durante el día; aplicando suavemente sobre la zona afectada y logrando excelente resultados.
En mesoterapia
El tratamiento con centella asiática se usa mayormente de forma oral y tópica; sin embargo, aplicada a través de medicamentos inyectados es más conocida para tratar la lepra y las úlceras asociadas a ella; pero con un rango de aplicación muy reducido.
Comercialmente existen muchas ampollas para mesoterapia compuestas por fórmulas herbales conocidas al inicio de los tiempo como remedios caseros; los cuales por su eficacia han sido adoptados por la industria farmacéutica para su fabricación en masa.
Estos productos son principalmente orientados para el tratamiento contra la celulitis y las estrías, cumpliendo con el objetivo de fortalecer la piel y activar el tejido conjuntivo; que por su acción incide también en el tratamiento contra las arrugas y como efecto colateral contribuye en la prevención de la caída del cabello; ya que la planta es punta de lanza en todo lo referente a la auto-producción de colágeno en el organismo.
La importancia e interés de utilizar específicamente esta planta en este tipo de tratamiento radica en los principios activos que la componen; ya que estos, en especial, el ácido asiático, promueve la síntesis del colágeno y la biosíntesis de elastina; que sirven como repitelicente y regulador de los tejidos; fortaleciendo incluso la paredes venosas y fortaleciendo la elasticidad de los órganos pertinentes.
Recordando que el colágeno es una proteína natural que sirve como conector y soporte entre las distintas unidades estructurales del organismo; entendidos estos como músculos, tendones, ligamentos, huesos, piel, cartílagos, tejidos adiposos y otros; que en términos generales todos los vertebrados incluso los humanos la producen automáticamente sin embargo; en algunos casos esto no ocurre así por lo que se debe ayudar a la producción consumiendo productos que aporte este elemento al organismo.
Por otra parte la elastina, es la que se encarga de otorgar como su nombre lo indica claramente; elasticidad al organismo; es decir es la que le otorga al cuerpo la capacidad de expansión y flexibilidad tan natural y necesaria en la vida diaria. Ya que es la que permite la movilidad, la capacidad de realizar fuerzas; y en este sentido la capacidad de albergar energía.
¿Cómo tomarla?
Suele consumirse por ingestión directa en ensalada o infusión considerando siempre la condición médica de quien la consume y la patología que le aqueja; y por el contrario sin en tratamiento es bajo presentación farmacología se debe prestar suma atención adicionalmente al tipo de suplemento que se consume. Por tal razón es sumamente indispensable que antes de someterse a cualquier tipo de tratamiento debe consultar a su médico de confianza.
Infusión
Para elaborar una infusión o té de centella asiática se utilizan mayormente las hojas secas; pero también se utiliza el tallo y la raíz; aunque también pueden usarse hojas frescas; es recomendable que la cantidad mínima de agua para la realización de a bebida sea de 750 ml. y un máximo de 1 lt. o litro y medio por día.
Preparación
Después de ubicada la parte de la planta con la que se desea preparar la infusión se agregan hasta 2 cucharadas de centella asiática en medio lt. de agua, la cual debe hervir para luego dejar reposar durante unos min. y, por último, colar antes de beber para evitar resto de la planta en el liquido obtenido.
Este tipo se infusiones son mayormente indicadas para bajar de peso, además es recomendable para potenciar sus efectos diuréticos, complementar esta bebida consumiendo, adicionalmente abundante agua, entre un litro y medio y 2 lt. al día.
Dosis
La dosis oscila entre 5 y 10 gr. de planta; que equivalen a 1 o 2 cucharaditas de té; y hasta 30 gr. de raíz o tallo. Se recomienda beber entre 2 o 3 tazas al día, haciéndolo preferiblemente justo antes de las comidas principales del día si se desea perder peso y por las noches antes de dormir sin es para tratar alteraciones del sueño.
Formulas herbales con centella asiática
A continuación se presentan algunas combinaciones de centella asiática junto a otras plantas medicinales para lograr una mayor eficacia en tratamiento de varias afecciones. Estas excelentes fórmulas incluyen plantas como la milenrama, el marrubio blanco y el tomillo.
Con manzanilla
Una fórmula perfecta para reducir la inflamación de los ojos es con santolina, eufrasia, manzanilla, hamamelis y centella asiática.
La santolina es una planta que, resalta por su hermosura; apreciada como planta ornamental, la cual posee propiedades medicinales interesantes. Útil para combatir infecciones por vermes, es decir, lombrices y gusanos; en otras palabras un desparasitante natural que también sirve como descongestionante y expectorante; además ha sido utilizada para tratar anorexia, regular los ciclos menstruales, conjuntivitis, y más.
Las eufrasias, una planta perenne, por su parte, son unas pequeñas plantas que poseen tallos rojizos y ramificados, hojas con dientes y flores trilobuladas y de color violeta pálido, y con mancha amarilla adornando el centro.
La eufrasia es la planta que dentro de la fitoterapia posee la fama histórica de devolver la vista al ciego y de alejar el demonio de los ojos; por lo que los grandes herbolarios y homeópatas europeos del siglo XVI la patentaron como uno de las mejores plantas medicinales para tratar dolencias oculares valoración que aun en el siglo XXI persiste.
Esto gracias a que contiene glucósidos de iridoides, aceite esencial, abundantes taninos, colina, ácidos fenil-carboxílicos; especialmente el caféico, flavonoides y lignanos.
La manzanilla también llamada camomila, es una planta medicinal muy reconocida a nivel mundial para tratar trastornos digestivos, como gastritis, digestión lenta, gases intestinales, colon irritable y otras alteraciones relacionadas como las náuseas y los vómitos.
La eficacia y rango de acción de la manzanilla se debe principalmente a que esta posee tanto en hojas como en flores y tallos aceite esencial tales como camazuleno, alfa-bisabolol, óxidos de bisabolol A, B y C y óxido de bisabolona; flavonoides como luteolol, apigenol y quercetol; Cumarina como umbeliferona, herniarina, mucílagos urónicos; lactonas sesquiterpénicas expresados en matricina, matricarina y minerales varios.
Y por último la hamamelis o avellano de bruja que junto con el regaliz, la salvia y la manzanilla en las últimas décadas se ha posicionado en el campo de la fitoterapia como uno de los mejores medicamentos para tratar insuficiencia venosa, mala circulación sanguínea, aliviar problemas de venas varicosas, flebitis, edemas, hemorroides, entre otras.
Preparación
Por cada 20 gr de cada una de las plantas, bien mezcladas, se separan una cucharada sopera por vaso de agua. Se hierve un par de minuto, y se deja enfriar a temperatura ambiente. Para posteriormente isotonizar con sal marina.
Esto implica que dicho preparado debe tener la misma concentración de sales que los glóbulos rojos, esto se logra agregando a la infusión de centella asiática el jugo de 2 frutas cítricas; pueden ser limón o naranja 2 cucharadas soperas de azúcar preferiblemente de caña, 5gr. de sal yodada o sal marina y la misma cantidad de bicarbonato de sodio.
La función de esta composición es mantener el equilibrio de sales minerales y glucosa en el organismo y se evita la fatiga muscular a la que los ojos también se ven sometidos.
Aplicación
Con el líquido resultante de este preparado se lavan los párpados y el contorno del ojo con una gasa empapada de la infusión; sin repasar. Luego se aplica la bañera ocular en el ojo, procurando parpadear. Renuevas el baño al cambiar de ojo.
Con alcachofa
De la alcachofa se obtienen muchos medicamentos herbolarios o fitoterapéuticos y farmacéuticos, destinado a tratar enfermedades como el cáncer, la diabetes, la hipertensión y sistema nervioso, entre otros; junto a la centella asiática cumple la función de repotenciar los beneficios que cada una por individual aporta al organismo; la más destacada de ellas implica el aumento de eliminar de las grasas del tejido adiposo; eliminando celulitis y reducción de tallas y medidas.
La eficacia de esta combinación se debe a la actuación, por supuesto, de los componentes que constituyen a la centella asiática, y a la inulina, la fibra, el sodio, el potasio, el fósforo y el calcio, las vitaminas del complejo B, la vitamina C, la cinarina y los esteroles que se esconden en las hojas, flor y corazón de la alcachofa.
Es común ver esta combinación en el mercado en forma principalmente en cápsulas o complementos nutricionales como método adelgazante; entre las funciones específicas con este fin, la formula cubre, la habilidad de diluir o eliminar los obstáculos en cuanto a la correcta metabolización del cuerpo y absorción de nutrientes por parte del organismo; además de que evita la absorción desmesurada; es decir los excesos de grasas, líquidos y azúcares, además de favorecer el tránsito intestinal y la propia digestión, que se completa con un correcto funcionamiento en el equilibrio de la presión sanguínea; que no debe administrarse por largos periodos ni consumir más de 3 veces por día.
Con castaño de indias
El castaño es un árbol de origen asiático el cual aporta beneficios al organismo desde las hojas, hasta la raíz; es reconocido por la capacidad que tiene de aliviar dolores en las articulaciones y todos aquellos relacionados con los ciclos menstruales y hasta dolores de parto.
También ha sido usado como parte de los tratamientos en casos de malaria y varios tipos de dermatitis. Su fruto, por otra parte, es un gran aliado en la dieta de todo individuo ya que posee un gran valor nutricional; vitaminas del complejo B, calcio, sodio magnesio y zinc son parte de su arsenal.
De todo él se obtiene aesculina, saponinas triterpénicas; traducido en aescina, y taninos; que también contribuye a mejorar la apariencia de las varices, molestias por hinchazón en las extremidades, aliviar hemorroides y diarreas, entre otras.
Esta planta en compañía de la centella asiática se utiliza para problemas venosos y celulitis, ya que ambas producen un efecto anti edematoso; lo que genera un aumento de la resistencia capilar.
Tintura madre
Entre las formas de presentación que tiene la centella asiática se encuentra la tintura; un medicamento depurativo concentrado a base de la maceración de alrededor de 21 días de la planta en una solución alcohólica pura y agua mineral en menor cantidad. Su principal ventaja es que es un producto de larga duración, cuando se conserva en óptimas condiciones.
En términos generales la tintura actúa como diurético, por lo que se convierte en un gran apoyo en procesos depurativos en el organismo, limpiando los riñones, vías urinarias, eliminando grasas y toxinas del cuerpo y en consecuencia actuando sobre la celulitis y reduciendo peso, tallas y medidas; cuyo consumo no puede exceder de 0,6 gr. o entre 20 a 40 gotas diluidas en un vaso de agua y hasta 4 veces al día en caso de adultos, cuando su ingesta será por vía oral.
Además, también es de gran utilidad a la hora de cuidar las piernas, previniendo y aliviando los problemas de varices y otros trastornos de orden circulatorio.
Preparación
Para elaborar tintura madre que favorezca a la circulación y reduzca los problemas de varices es necesario, cortar en pequeñas partes preferiblemente las hojas de las plantas que se desean utilizar, para este caso lo más recomendable junto a la centella asiática en el gingko biloba, el truco de que sean pequeñas parte es para aligerar el proceso de absorción de los líquidos.
Estas plantas deben ser introducidas en un franco de cristal que tenga tapa hermética, la cantidad aproximada de planta debe ser de no menos de tres partes y un cuarto del frasco.
Posteriormente se le añade el alcohol etílico al 96 % junto con el agua mineral, hasta que el líquido llegue al tope del frasco; a una proporción de 60 % de alcohol y 40 % de agua.
Seguidamente se sella el envase y se deja reposar por no menos de 21 días, removiendo con relativa periodicidad en ese tiempo y manteniendo en un lugar fresco pero no húmedo y lejos de los rayos directos del sol. Pasado el tiempo indicado se cuela el contenido y se traspasa a un nuevo recipiente que puede ubicarse en el mismo lugar que durante su maceración hasta que sea usado por primera vez cuando deberá pasar a ser conservado en el refrigerador.
Extracto
El extracto líquido el cual es obtenido a partir del secado de entre 6 y 7 kg. de planta fresca, es aplicado externamente bien sea en lavados o para realizar masajes; estos extractos de centella asiática suele estar incorporado en cremas, pomadas y lociones dermoprotectoras de fabricación artesanal o industrial.
La obtención de este tipo de extracto vegetal requiere un gran cuidado; la planta necesita de cierto estrés para que su composición química sea la adecuada y su contenido en agua sea abundante; un error mínimo en el proceso de elaboración del producto pueda desencadenar procesos enzimáticos capaces de degradar la calidad de este.
Estos riesgos incluyen exposición al calor, o a rayos UV y un descontrol general de los elementos que influyen en la biosíntesis de principios activos, entendidos estos como: ritmo estacional, medioambiental y otros.
Gotas
Es la forma de dosificación más común del extracto líquido, la recomendación más generalizada es de unas 30 gotas al día, fraccionadas en tres dosis, recetada muy frecuentemente para problemas nerviosos; que se puede traducir en 5 ml o 1 cucharadita de tintura de la planta, diluida en agua.
Cápsulas
Existen dos tipos de presentaciones más comunes cápsulas con polvo seco; que constituye un suplemento elaborado a partir del proceso industrializado de las hojas y raíz secas de la planta; mientras que las cápsulas con el extracto estandarizado; este tipo cápsulas se elabora de la misma forma que la anterior; salvo que se le añade una dosis más alta de alguno de los principios activos de la planta, que por regla general son los asiaticosides.
El proceso de elaboración de estas cápsulas no disminuye ni sustituye ninguno de los elementos fundamentales de la centella asiática. Para obtener el polvo con el que se elabora el producto se muele o pulveriza las partes de la planta a utilizar, por medio de una técnica que se conoce como micronización; que consiste en el proceso las cuales ya han sido sometidas al proceso tradicional de secado; con el fin de que al ser consumido por el individuo este absorba todo su potencial más rápidamente que de forma habitual.
Dosis
En caso de de las cápsulas de suplemento, mayormente utilizados para adelgazar, se recomienda de 1 a 2 cápsulas al día, cada una aproximadamente de entre 300 y 500 mg. después de las comidas principales; en el caso de cápsulas con el extracto estandarizado la dosis puede variar entre 50 y 250 mg. ingeridas entre 1 y 3 veces al día; para algunas patologías circulatorias especificas los expertos recomiendan una dosis de entre 60 y 180 mg. en el mismo periodo de tiempo.
En cambio si se trata de alteraciones neurológicas la recomendación mínima es de 500 mg. y la máxima de 750 mg. o el equivalente al 5% de asiaticoside.
Hoja seca
Las hojas secas son utilizadas para infusiones; estas infusiones son utilizadas de múltiples maneras como por ejemplo para realizar bajos de asiento o parciales; para aplicar en gargarismo o colutorio.
El secado de plantas es una práctica que data desde épocas ancestrales, que se lleva a cabo de distintas formas, en la que se permite prolongar la vida de una planta una vez recolectada, sin alterar sus componentes fundamentales, de fácil acceso, y durabilidad.
Una de las técnicas es el secado en ramilletes; esta técnica consiste en armar pequeños ramilletes, como bien el nombre lo indica, de las plantas con un cordón o hilo, ubicándolos en lugares altos, aireados, frescos y donde no imparte el sol directamente.
La distancia entre ramilletes debe ser de aproximadamente 10 cm. entre cada una, esto para que la circulación del aire sea el apropiado, ya que es lo más importante es este tipo de secado. A grandes rasgos el proceso demora entre 5 y 10 días, por lo que se debe estar muy al pendiente de la condición física de la planta, sabiendo que el proceso ha culminado cuando esta se torna de un color grisáceo.
También se puede secar por medio de la deshidratación; es este caso, la técnica consiste en someter las hojas a una temperatura entre los 35 y los 55º C, sin que esta se dañe; para esto las hojas se disponen en bandejas cuidando que ninguna quede por encima de otra e introduciéndolas en el horno o en instrumentos especializados por un tiempo no mayor a 4 o 5 horas, controlando periódicamente la condiciones de las mismas.
Una vez culminado el proceso, las plantas deben dejarse enfriar antes de guardarlas para evitar la condensación.
La última técnica aplicable es el secado en rejillas, colocando las hojas en mallas metálicas, telas mosquiteras u cualquier otro elemento similar y que cumpla la misma función en la cotidianidad, la técnica es casi similar al secado en ramilletes, utilizando la misma estrategia y dejando incluso por el mismo periodo.
Conservación
Cuando las hojas están secas se deben manipular con sumo cuidado; en primera instancia para que no se quiebre; y en secunda para que conserven su aroma original y su color, por eso es importante guardarlas en frascos preferiblemente de vidrio o bolsas de papel, para que la planta en esta condición pueda durar un tiempo mínimo de 1 año o incluso hasta un par de meses más.
Aceite
Por lo general, todos los aceites de origen vegetal son la mejor alternativa natural para hidratar y nutrir la piel, sin embargo, cada uno de ellos tiene unas funciones particularidades; el aceite de aguacate, por ejemplo, es ideal para el cabello, ya que el aguacate, más específicamente la pulpa que es casi en su totalidad aceite, ácidos grasos insaturados como el oléico, linoléico, linolénico, palmítico, esteárico, cáprico, mirístico, estimasterol, campestrol, icina, valina, leucina, vitamina E, vitaminas del complejo B y sales minerales.
El de argán, por otra parte, que es rico en omega 6, 9 y varios tocoferoles, es utilizado para reducir o evitar la aparición de arrugas por la edad, el aceite de centella asiática; en este caso, por sus componentes lo hacen idóneo como perfecto depurador del organismo en tratamientos de edema o retención de líquidos, celulitis, varices.
Aplicación
La centella asiática es particularmente útil en trastornos relacionados con la circulación, la celulitis o incluso la dermatitis. Para utilizar este aceite como hidratante solo es necesario extenderlo en la piel del rostro o del cuerpo, sin embargo, y aunque es eficaz por sí solo, es recomendable combinarlo con otros elementos cosméticos.
Si se desea, en cambio, convertir los poderes del aceite en crema solo es necesario añadir a discreción crema natural con cera de abejas, por ejemplo, lo que solo hará del ungüento un elemento más compacto pero no modificara sus principios activos ni su rango de acción. Luego una vez después de definir la textura del aceite de centella asiática este muy bien se puede emplear al hacer mascarillas faciales.
Preparación
Para atacar la celulitis se diluyen 5 gotas de aceite de lavanda, de ciprés, de geranio en 10 ml. de aceite de centella asiática, 10 de aceite vegetal de rosa mosqueta y 10 ml. de avellana y aplícalo a diario dos veces como aceite corporal, aplicando anteriormente alguna crema hidratante.
El geranio es una flor de múltiples colores muy popular como ornamento, pero también como medicamento, por sus grandes cantidades en su aceite de Citronelol, geraniol, formiato citronellilo, isomentona y otros, es capaz de aliviar dolores, reducir el estrés, mitigar inflamaciones, facilitar la digestión y mucho más.
El ciprés, un árbol original de África, es utilizado como medicamento por contener en su interior monoterpenos, sesquiterpenos, diterpenoles labdánicos y muchos más que contribuyen para con la salud en casos de atrofias musculares, afecciones venosas, disturbios menopáusicos, diarreas, tos y un sin fin de alteraciones más.
Mientras que el aceite de lavanda, que proviene de un árbol del mismo nombre de flores hermosas y perfumadas es mundialmente reconocido por sus propiedades antinflamatorias, antifúngicas, antidepresivas, antisépticas, antibacterianas y antimicrobianas, solo para nombrar algunas, ya que la planta alberga unos 150 principios activos entre ellos; cineol, limoneno y geraniol.
La centella asiática, no es para nada desconocida en el mundo de la medicina alternativa y como ocurre con tantas otras plantas con beneficios medicinales; estos son altamente aprovechados en la industria farmacéutica, por los múltiples aportes que otorga a la salud.
Aunque esta planta fue usada desde hace miles de años como hierba medicinal, en la actualidad su campo de acción abarca diversos formatos, como en geles, jabones, cremas, infusiones o en comidas, solas o combinadas; de manera tal que se tiene una multiplicidad de formulas y formas al elegir en función a un resultado especifico a obtener.
Para cualquier duda o información adicional que desee usted, estimado lector sobre esta planta tan interesante, consulte a su médico de cabecera; él es el único que tiene la facultad para informar con precisión científica qué, cómo, dónde y cuándo, puede consumir centella asiática; los medicamentos y las patologías que son compatibles y adversas con esta y en fin toda aquella información médica pertinente; recuerde que la información aquí contenida es meramente de carácter informativo y no constituye ni diagnostico ni tratamiento alguno.
De usted, depende tomar ciertas medidas de seguridad para evitar posibles complicaciones en su consumo. Recuerde que al igual que ocurre con los productos farmacológicos, consumir y manipular irresponsablemente, plantas con principios medicinales puede ocasionar la muerte.